Hace unos quince días, el presidente del directorio de Ancap, Alejandro Stipanicic, anunció que la empresa definiría el remate del horno comprado hace casi una década por 53 millones dólares para la planta de portland de Paysandú. Se trata de un equipo que es, en realidad, una línea completa de producción, con tecnología actualizada, que nunca se instaló por los costos que implicarían esa colocación. Estimó que difícilmente haya interesados para el equipo completo y como no se puede exportar hierro, dijo que en la subasta se ofrecerían distintos lotes y que su ejecución sería el próximo trimestre. Pocas horas después de ese anuncio, el vicepresidente de Ancap, Diego Durand, se comunicó con dirigentes del gremio de los ancapeanos para confirmar que el directorio no había tomado tal decisión. Luego fue el viceministro de Industria, Walter Verri, quien confirmó que tal extremo no era una decisión tomada.
El presidente departamental de la Federación Ancap, Eduardo Zabala, lamentó que los responsables de la empresa no hayan respondido a la solicitud de reunión que el gremio formalizó “hace dos semanas”, en procura de acceder a información oficial sobre el asunto. Dijo que Federación y el Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) han “prendido todas las alertas” en procura “de defender la industria cementera estatal y pública”, si bien no parece probable que en el año electoral se tomen decisiones que pueden generar rechazo en la sociedad.
Zabala confirmó que la organización de trabajadores nunca accedió al resultado de la auditoria que se implementó en 2021 para conocer el estado del llamado horno 3, “y nosotros creemos que no nos han mostrado el informe porque no les dio ningún resultado negativo. Es simplemente humo lo que pretendieron instalar. Y a raíz de esa auditoría, lo que sí resolvió el directorio es darle a todo el horno un valor financiero de 0, es decir que para Ancap vale más un tractor viejo que puede estar tirado en la planta que todo el horno 3”.
La federación solicitará reuniones con los candidatos a la presidencia de todos los partidos políticos para conocer sus proyectos para la industria, exigir la instalación de esa línea de producción, “inversión y gestión”.
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