Escribe Abayubá, ex corresponsal de La Tribu en Islas Maldivas
Las elecciones internas del pasado domingo dejó múltiples lecturas en el espectro político. Un dato incontrastable fue la baja votación. Algunos actores políticos hicieron referencia a la importancia de que esta instancia electoral pase a ser obligatoria, y otros opinaron de acuerdo al agua entendían podían arrimar a su molino. Caso de la twittera serial, la senadora de doble apellido de bicicleta, que esgrimió que la baja votación en parte se debió a que la gente está conforme y no quiere cambios. Es un dato interesante, porque hay una importante porción del sistema político que de verdad está convencido de ello, que le es ajeno el sufrimiento de mucha gente que no la está pasando bien, que está sin laburo o si lo tienen se ha precarizado su situación, que no llegan a fin de mes. ¿Y por qué le es ajeno? Ignacio De Posadas en su último libro “Al rescate de una democracia incomprendida” lo dice sin pelos en la lengua: “nunca una revolución surgió de las clases bajas o medias bajas”. Lo dice sin tapujos un herrerista de pura cepa, y basta mirar los acontecimientos históricos para ver que, efectivamente, por lo general las revoluciones surgen de la burguesía y no de los sectores más explotados. Eso es lo que le da cierta calma a la derecha uruguaya, no obstante es un juego riesgoso alejarse tanto de la gente al punto de ser insensible al dolor de otros coterráneos.
Otra cosa también aquí en Paysandú pudimos ver en toda su expresión es que las luchas de poder de algunos actores y “militantes” políticos, de chacras, chacritas y micro chacritas, el tema ideológico no estaba en debate, sino el más llano terreno de oportunismo y acomodarse a como de lugar. Vimos empanadas que saltaron de un partido a otro, pizzas que volaron de un partido a otro, y para ese menjunje gastronómico que tenía panqueques de postre había hasta médicos que saltaban alambrados de un partido a otro, doctores que en un santiamén pasaron de abrazar banderas herreristas a banderas comunistas. Esto último como la Ripoll pero a la inversa.
Todo un tema lo de Ripoll. En menos de un año hizo el cambio y ya es la más blanca, pasó el desafío de la blancura, ni Michael Jackson lo pudo lograr.
Martínez integró el equipo de Orsi, sin embargo parece que lo hubiera asesorado a Delgado.
Las fórmulas presidenciales son el clásico matrimonio por conveniencia, la vice tienen que enamorar y no pescar en la pecera. Decimos directamente “la vice” puesto que otra cosa queda en evidencia es que la sociedad uruguaya, sin importar colores político partidarios, lejos está aún de aceptar a una mujer en el rol protagónico. Habrá que ver qué pesca cada fórmula de aquí a octubre.
Dentro del marco de magra asistencia a ejercer el derecho cívico, el Frente Amplio votó aceptable en Paysandú. En la interna blanca Olivera robó la elección. Era de esperar, el Guapo chico no iba a robar una elección, no pudo ni robar una camioneta va a robar una elección.
Muchos en Paysandú han visto esta primera parte de contienda electoral como una gran oportunidad de juntar papeles de listas para encender la estufita y calentar un poco más el hogar en los gélidos días invernales.
Por lo pronto esto recién comienza y seguramente se irán tejiendo distintas alianzas en los próximos días y semanas. Otros matrimonios o aventuras por conveniencia; o sapos y culebras a tragar, como dijera un ex presidente.
Por Abayubá, ex corresponsal de La Tribu en Islas Maldivas.
Clarísimo como el agua el amigo Abayubá. Tanta ensalada política me revolvió el estómago, aunque, me causó muchísima «pena» ver la humillación pública a cierta coterranea hija de…
Tal vez siga dedicándose a la economía la señora, creo que le da mejor.
Veremos ahora que carnaval se nos viene hasta octubre!