¿Hasta cuándo el Intendente Nicolás Olivera seguirá engañando a la población de Paysandú con los números de su gestión? Una vez más el Tribunal de Cuentas de la República tiene que poner negro sobre blanco y desenmascarar a una administración que intentó maquillar los resultados de la rendición de cuentas del año 2022. Así, en la Resolución N.° 418/2024 del 7 de febrero de 2024, dicho órgano corrigió nuevamente la rendición de cuentas, como ya lo había hecho con la del 2021, y de un déficit que estimó la comuna sanducera en $184.415.031 (ciento ochenta millones cuatrocientos quince mil treinta y un pesos), el tribunal le sumó $363.084.828 (trescientos sesenta y tres millones ochenta y cuatro mil ochocientos veintiocho pesos), la friolera de 196% más del déficit estimado, lo que representa un 16% del total de gastos.
Se preguntará el lector porqué se da este desfasaje; pues bien, en esta operación maquillaje llevada adelante, la intendencia pretendió incorporar la suma de $311.413.631 (trescientos once millones cuatrocientos trece mil seiscientos treinta y un pesos) proveniente del fideicomiso de obras, como ingreso de recursos departamentales, cuando es, a todas luces, financiamiento de terceros, y de esa manera computar esa cifra como ingreso para sufragar el déficit que se había producido en el período. Pues bien, estos 547 millones de pesos, que equivalen aproximadamente a 14.000.000 de dólares, son indicativos de un problema muy grave en la gestión económica de la comuna, gestión que está dejando a Paysandú por primera vez en la historia, ante la duda de la viabilidad financiera de su Estado departamental, extremo que no hace mucho tiempo lo vimos en nuestros vecinos, con la administración Coutinho.
Hace un año denunciamos lo que surgía de otro informe del Tribunal de Cuentas, donde también se detectó un ocultamiento del déficit por una suma de 343 millones de pesos; ese déficit acumulado, hoy supera los 900 millones de pesos, y sólo hemos recibido como respuesta de parte de las autoridades departamentales que el Tribunal se equivoca, que se hacen mal las cuentas, etcétera. Siempre la culpa es del otro, pero jamás aparece una explicación de cómo es posible llegar a estos desfasajes millonarios. Contemporáneamente tenemos a nuestro intendente pavoneándose con Álvaro Delgado por varios departamentos del país, haciendo campaña, y pronto lo veremos haciendo lo propio aquí con su candidatura a la reelección, sin dar una sola explicación sobre qué es lo que está haciendo con el dinero de todos nosotros, dónde lo está aplicando, qué significan esos 900 millones acumulados de déficit, cómo se explican.
¿No es acaso su primera responsabilidad política y jurídica la de dar explicaciones sobre lo que los sanduceros le confiaron? Ni hablemos de rendir cuentas del Fideicomiso que gasta a manos llenas, pero del que nunca se ha dignado a transparentar, para qué. No se confunda Señor Olivera, la Intendencia no es su coto de caza como lo ha sido para el Partido Nacional la Comisión Técnico Mixta de Salto Grande, donde han hecho con el dinero de todos, un club político, sin poder ser auditados por el Tribunal de Cuentas; no señor intendente, usted está de este lado de la legalidad nacional, donde los gobernantes deben rendir cuentas. Lo estamos esperando.
Dr. Federico Álvarez Petraglia