En la sesión ordinaria que la Junta Departamental desarrollará el martes 23 de julio, desde las 20:00, en el Auditorio Municipal de Quebracho, la mayoría de la Comisión de Higiene y Medio Ambiente recomendará al pleno del legislativo el archivo de las mociones que proponen se establezca la prohibición de la práctica conocida como sangría de yeguas en el territorio de Paysandú. Asumiendo que la definición de la mayoría de la citada comisión atiende a las posiciones de las bancadas de los partidos Nacional y Colorado, es esperable las iniciativas presentadas sobre la temática por la edil Verónica Villarreal (FA) tengan como destino el «archívese», dado que ambas colectividades suman 17 voluntades en 31 ediles.
«No prohibir ni condenar este tipo de emprendimientos en nuestro departamento», es lo que propondrá el informe en mayoría de la comisión que lleva la firma de los ediles Javier Pizzorno, Adriana Uria, Juana Rodríguez (Partido Nacional) y David Helguera (Partido Colorado). Los proponentes llegaron a la conclusión de que la «industria», basada en la extracción de sangre de yeguas preñadas para obtener una hormona que se exporta a precios millonarios en dólares para impulsar químicamente los procesos reproductivos de otros animales, «cumple cabalmente con la legislación vigente en la materia y que además es objeto de permanentes y estrictos controles».
Para llegar a la definición, el 17 de junio de este año los ediles oficialistas visitaron el «establecimiento agropecuario y laboratorio BIOMEGA», en el departamento de Cerro Largo, acompañados por el presidente de la Junta Departamental, Alejandro Colacce, y por el secretario político de la institución, Gerardo Muria. «El principal de la empresa», Dr. Martin Bocking, junto a veterinarios, una química farmacéutica y otras personas que desarrollan la práctica, «mostraron detalladamente todas las instalaciones del laboratorio y procedieron a explicar de manera sumamente pormenorizada acerca de los procedimientos que allí se realizan para la extracción de sangre, con el objetivo de obtener la hormona gonadotrofina cariónica equina (eCG)», expone el informe que presentará el martes la mayoría de la comisión. Tras algunas horas en el sitio y después de escuchar los relatos de sus responsables, los ediles afirman en el citado documento que «se llevan a cabo evaluaciones con el propósito de determinar que los animales se encuentren en buen estado físico y emocional, antes de cada extracción. En caso de existir problemáticas en cuanto a cansancio, heridas o tristeza con algún equino, se retira del rodeo inmediatamente». Agregan que el establecimiento sigue «criterios internacionales» para asegurar, vía exámenes que se hacen «cada 5 días», que las yeguas estén «libre de hambre, libre de sed, libre de enfermedades, con buen estado corporal y libre de miedo».
Los profesionales a cargo de las quitas detallaron que extraen «de 13 a 15 centímetros cúbicos por kilogramo que pese la yegua, y se realiza en un tiempo de cinco minutos más o menos». «En general a cada yegua puede realizársele 5 o 6 extracciones en promedio durante un ciclo productivo y cada una de dichas extracciones es de aproximadamente 4,5 litros de sangre», agrega el informe aunque la estimación de la cantidad de litros pareciera estar demasiado a la baja. Siguiendo a sus informantes, los ediles reconocen que «posteriormente a las extracciones, se induce a las yeguas a la interrupción de la preñez». Además de hacer consideraciones de aprecio a las instalaciones del laboratorio, «el único del país que produce la hormona para su comercialización», los curules destacan que allí se generan «50 empleos directos». Agregan que el sitio recibe sistemáticas «inspecciones y auditorias» que se realizan «sin previo aviso». En diciembre de 2023 el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) hizo una inspección de la que resultó un informe en tono más bien descriptivo del lugar y donde se asevera que «a la salida» de la extracción de sangre «los animales lo hacen en forma tranquila, sin claudicación o signos de debilidad, con buen sensorio». Este documento también fue incluido en el informe en mayoría de la comisión que enfatiza que «se pudo corroborar el excelente estado de los animales y su cuidado» atento a lo cual «no hay ninguna objeción al respecto y no está de acuerdo en prohibir este tipo de emprendimientos».
Llamativamente los ediles sólo tuvieron en cuenta una mirada del asunto, la de quienes realizan la actividad. Según supo LA TRIBU nunca se generó la oportunidad para que las organizaciones sociales que defienden la vida de los animales y rechazan esta práctica, sólo permitida en Uruguay y Argentina, pudiesen presentar sus argumentos. Se nos confirmó que una ONG intentó varias comunicaciones telefónicas con el presidente de la comisión, edil Pizzorno, sin recibir respuestas. El mismo silencio encontraron diversos correos electrónicos enviados para manifestar la voluntad de acercar información.
Si bien la legislación nacional habilita la polémica actividad, las juntas departamentales de Maldonado y Canelones (con votos del Partido Nacional) declararon a sus territorios como libres de sangría de yeguas. Había mucha expectativa de que el departamento de Paysandú, que otrora destacó por acciones en procura del bienestar animal, por ejemplo al cerrar el zoológico, siguiera esta línea.
El informe en minoría de la Comsión de Higiene y Medio Ambiente, en discrepancia con la posición detallada, será presentado en sala y de manera oral por la edil frenteamplista Laura Gutiérrez.
