La eil Mabel De Agostini mocionó que la Junta Departamental desarrolle una sesión especial por el centenario de la Biblioteca Pedagógica Setembrino Pereda; sugiere que la reunión se desarrolle en el transcurso del mes de mayo, por ser el mes de la fundación, y, en la medida de lo posible, en el Teatro Florencio Sánchez, «el mismo lugar donde se celebró su inauguración».
La propuesta, acompañada por los ediles Andrés Imperial, Julia Cánovas, Emerson Arbelo, Paola Ifrán, Nelly de Agostini, Dany Colazo, Gustavo Grampín y Juan Antonio Rodríguez, ediles de la Vertiente Artiguista – Frente Amplio, recuerda que el 29 de mayo de 2024 se cumple un siglo del inicio del proceso de fundación impulsado en el «pensamiento pedagógico de un colectivo de docentes de Primaria, que a iniciativa de quien fuera la Inspectora Departamental de Primaria en aquel momento, Sra. Maestra Berta Isabel Heguito, convoca a un grupo de maestras que quisieran acompañarla para integrar la Comisión Fomento de la Biblioteca que surgía a la vida del magisterio sanducero. En el acta fundacional anexa, están los nombres de todas, pero quisiéramos destacar en este documento, el de la gran referente del Instituto de Formación Docente de Paysandú, Maestra Ercilia Guidali de Pisano», expresa la moción.
Inicialmente el servicio fue llamado «Biblioteca Paysandú”, estableciéndose «el 19 de junio de 1924, como fecha de inauguración» celebrado «con un acto sencillo en el hall de la Inspección de Primaria. Y por la noche se festejó con una velada Literaria en el Teatro Florencio Sánchez, donde participaron destacados intelectuales que llegaron desde Montevideo. No era para menos. Ese día nacía a la sociedad sanducera la primera Biblioteca Pedagógica donde maestras, maestros y profesores pudieran nutrirse del pensamiento pedagógico nacional, que tiene tanta historia vigente hasta hoy».
«Desde ahí el trabajo de la Comisión Fomento fue incansable y por fuera de la misma muchos maestros y profesores aportaron ideas, bibliografía y recursos para que ese fermento terminara en lo que – a un siglo- celebramos. Y lo celebramos porque hoy es un testimonio tangible de los grandes pedagogos y maestros de la historia de la Educación Pública del Uruguay. Por citar algunos: José P Varela, Clemente Estable, Vaz Ferreira, Reina Reyes, José E. Rodó, Julio Castro, Miguel Soler, Agustín Ferreiro, entre tantos más».
La moción destaca el «pensamiento pedagógico recopilado en ese lugar». Por una ley del 16 de agosto 1939 «la biblioteca pedagógica tomó el nombre de “Biblioteca Pedagógica Setembrino Pereda”, como reconocimiento al historiador, escritor, periodista y político» sanducero. El cambio de nominación fue celebrado con varios actos, el primero «celebrado el 2 de setiembre de 1939» siendo el más destacado la conferencia histórica que brindó el mismo Pereda el día 5 de ese mes en «el Ateneo de Paysandú».
«Esta Biblioteca fermental siguió creciendo, nutriéndose y nutriendo, en la Sala de entrada de la Inspección Departamental de Primaria donde hoy podemos ir a tocarla, olerla, manipularla, leerla. Porque hay mezcla de perfumes diversos a libros centenarios y a libro nuevo. Pero sobre todo hay una riqueza de pensamiento increíble e indestructible en el tiempo, porque el magisterio uruguayo lo ha sabido defender. Hoy totalmente actualizada, no solo con libros académicos, sino también con una notable biblioteca de Literatura para niños, donde cientos de niños al año la visitan y es centro de encuentros y talleres de docentes. Con algo valioso a destacar, no se queda encerrada entre paredes sino que hace de brazo – de palanca- que lleva lectura a las escuelas, CAIF y a otras instituciones educativas. Y vaya si habrá sido necesaria e imprescindible en años de pandemia. Absolutamente agiornada a las nuevas tecnologías, tiene a disposición de además de la Biblioteca País, infinidad de recursos audiovisuales para que las escuelas más alejadas no dejen de estar en línea con las demandas de niños y maestros y se siga leyendo cada día con más ímpetu, porque aquel fermento del 1924, sigue vivo, aunque no parezca (…) Sigue siendo faro de aquel pensamiento fundador vareliano: ‘La ilustración del pueblo, es la verdadera locomotora del progreso’”.