El exintendente de Paysandú Guillermo Caraballo señaló que el gobierno de Olivera no reconoce que el departamento sufre un problema grave en materia de trabajo, con “7.000 personas que están buscando empleo y no lo encuentran, una cantidad de personas en situación de subempleo y un montón de gente con problemas de informalismo, o sea que están ‘en negro’, sin hacer aportes a la seguridad social”; detalló que, en total, “unas 24.000 personas tienen problemas de empleo en Paysandú”, número que significa “casi el 40% de la Población Económicamente Activa”.
“Si uno no reconoce que está pasando un problema, si no existe ese reconocimiento, el tema no se va a solucionar”, reflexionó el referente frenteamplista y opinó que el intendente disimula la grave situación gracias “al blindaje” que le brinda “el aparato de comunicación”. “Le funciona bárbaro la máquina de humo pero no ataca un problema real, concreto, de la sociedad como es la falta de trabajo”, enfatizó y reclamó acciones “con peso político” “en el piso 11 de la Torre Ejecutiva” para ir en busca de inversiones para el departamento. Aunque Caraballo observa que el intendente “respalda políticamente lo que está pasando, políticamente respalda la política de ajuste”, característica del “perverso” modelo noeliberal que utiliza al salario “como variable de ajuste”.
El referente de la Vertiente Artiguista denunció que “el gobierno departamental mintió en la campaña electoral, así de simple, así de sencillo. Le dijo a la gente que le iba a resolver el problema del empleo y resulta que estamos peor que antes, el doble peor que antes, casi que en la misma situación que en la crisis del año 2002”.
Contextualizó recordando que el país tiene “un índice de pobreza de 12% y un fenómeno muy marcado de infantilización de la pobreza. Esto quiere decir, básicamente, que hay una pobreza fuerte en niñas, niños y adolescentes, por cada persona pobre de 65 años de edad hay 12 niños pobres”. Mientras que a nivel local la pobreza aumentó “un 40%” entre 2019 y 2023, “esto implica unas 4000 personas pobres más”; la mitad de ellas quedó en esa situación en el transcurso del año pasado. “Si sumamos el aumento de la pobreza más el aumento del desempleo tenemos una situación compleja en el departamento” que no es considerada por el gobierno departamental que hizo una cuestionable utilización de los recursos extraordinarios del fideicomiso sustentando obras de relativo impacto y “que en algunos casos son desarrolladas por empresas que ni siquiera son del departamento”.
Reivindicó el proceso de discusión colectiva que impulsó su gobierno bajo el título de “El Paysandú que queremos”, experiencia que quienes ahora ocupan el gobierno “no entendieron, no entienden”, que concluyó “que había cuatro líneas de trabajo: la logística, los servicios globales, los agronegocios y el turismo” visualizadas como oportunidades y que por ese motivo “bancamos una serie de estudios de consultorías para que los inversores tuvieran al alcance de su mano elementos para tomar decisiones”. Aquel trabajo fue desconocido y el bagaje de información resultante desaprovechado pero tampoco se generó “un proceso de desarrollo para el departamento así de sencillo, así de simple”. En esa línea, quien aspira a proponer su candidatura para el cargo de intendente, propone “retomar el proceso” para encarar un problema que reclama un abordaje mesurado “porque hay mucha angustiada por la falta de laburo” y “focalizar en políticas para atacar desempleo, subempleo, informalidad; atacar la pobreza, especialmente la infantil porque si no lo hacemos vamos a cometer un error histórico imperdonable”.